Opinión

Me ha tocado por dos años tener que salir de Teruel (por asuntos laborales) en las fiestas de “Las Vaquillas”, y eso me ha hecho valorar el esfuerzo de los que en fiestas trabajan para que los demás se lo pasen bien - personal de limpieza, personal sanitario y Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado-. Pues hay que reconocer que los “jovenzanos” que ahora acuden a nuestras fiestas se conocen los recovecos de la ciudad donde aún no llegan los controles. Una de ellas ha sido la zona de la Ciudad Escolar donde se han arrancado vallas, placas - bien de tráfico, bien identificativas de los edificios – y dejado basuras y cristales a doquier. También se esta dando la circunstancia de que tras las fiestas vuelven a desembarcar turistas, nada más pasado el martes, pero el hedor en el paseo del Óvalo o los alrededores de la estación de autobuses es persisten. ¿Qué imagen damos cuando nada más pisar la ciudad lo que ven los turistas son aceras grises (de suciedad) y olores nauseabundas. ¿Dónde quedaron los manguerazos con detergentes (biodegradables) y la prontitud para retirar las carpas al igual que cuando se colocan?. ¿Serán estos turistas los que hacen que las estadísticas señalen como Teruel a una de las ciudades más sucias?. Por no decir el peligro que tiene andar por las calles con chanclas, sandalias o cualquier calzado abierto, pues son muchos los cristales que hay en aceras y calzadas. Y muchos los niños/as que van por la ciudad de colonias, los cuales espero que no tengan ninguna caída, tropiezo, ni accidente que les haga padecer cortes.

Publicada en Diario de Teruel 16/07/2011 Mª José Izquierdo - Teruel